domingo, 29 de julio de 2007

INICIACIONES

Las Iniciaciones en la Religión Yoruba

Los diversos rituales facilitan un mayor poder y conocimiento.

Los no creyentes carecen del poder que genera esta religión y por lo tanto, la protección adecuada contra el mal.

En los dos caminos hay que recibir a los Guerreros aunque los demás pasos varían; en uno hay ocho pasos y en el otro hay cinco.
Con frecuencia se refiere a la iniciación con el nombre de “asiento” que significa contrato y obligación.
Es un contrato en el cual el orisha conviene en proteger a su hijo, y éste en servirlo, pues es su obligación.
También se usa la expresión de “hacer el santo” para referirse a la iniciación.
El proceso de iniciación es largo, complicado y costoso. Consta de varias fases y varía según el orisha.
Primero hay que determinar cuál de los orishas corresponde a la persona que busca ayuda. Por medio de la adivinación se determina esto y un santero mayor (obba), ya iniciado, puede hacer esto o para más certeza un sacerdote de ifa (babalawo).

Empieza con el recibimiento de los collares y termina con el “asiento”.

Entrega de collares:

La ceremonia de imposición de cinco collares de diversos colores correspondientes a cinco orishas consta el primer paso. Los preparativos para la iniciación incluyen un baño especial y el vestirse de ropa blanca como símbolo de una nueva vida. A veces las aguas del baño de purificación simbolizan el líquido amniótico en el cual se encuentra una criatura antes de nacer.

Asiento:

En la iniciación se le asigna formalmente a un orisha que también se identifica como el “ángel de la guarda”, que designa al dios protector y cuidador del iniciado. Incluye ceremonia de sacrificios de animales, una adivinación en cuanto al futuro del iniciado y un año de obediencia a ciertas tabúes y restricciones. Durante este primer año es necesario obedecer a ciertas prohibiciones sobre el vestido, las relaciones sexuales, la comida y la vida diaria durante todo este tiempo. (Esto tiene sus excepciones)
Un sacerdote (babalawo) y un santero ejercen diferentes funciones, pues un sacerdote
de ifa no tiene la facultad de hacer un santo o dar collares. Pero un santero sí puede. El sacerdote sólo puede oficiar en una iniciación de su patrón Orula cuando un hombre se convierte en un babalawo y cuando se da Eleggua y los Guerreros. La función del sacerdote de ifa es principalmente judicial, pues toma algunas de las decisiones más importantes dentro de la religión. (Según la casa religiosa)
El sacrificar animales en la iniciación,
puede hacerlo un obba o un babalawo, pues “no hay nacimiento sin sangre”. Se cree que en la iniciación uno nace a una vida nueva. Final se le considera al iniciado un hijo (omo) de su orisha, pues durante la ceremonia se simboliza una nueva realidad: el iniciado ha nacido de nuevo.
Para muchos santeros esta iniciación es solamente la primera de una serie de ceremonias que le lleva a comprometerse más con los orishas, pues esta relación con los orishas puede extenderse a incluir a varios. Al “hacer el santo” le abre el paso para uno de dos caminos, el camino del santo abierto para todos los hombres y mujeres y el de Orula (Orúnla, Orúnmila o Ifá) abierto sólo a los hombres que serán sacerdotes (babalawos).

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